Por qué regresar a esto de los blogs

Cuando conocí en persona al poeta y pintor Alfredo Castañeda no me fue difícil reconocerlo ya que antes habíamos platicado y bebido en sueños. Él siempre tenía ese acento español que había adquirido por haber emigrado a Barcelona mientras que yo tenía ese mutismo que obtuve desde que perdí la memoria o mejor dicho la inteligencia, porque no hay gesto más certero de que existe la inteligencia en alguien como cuando se descubre que tiene memoria.

Desde que nos saludamos él notó que yo no podía pronunciar ni una silaba y por ello decidió ser prudente, me hablaba con los ojos y esperaba que le respondiera de la misma manera. Poco a poco nos hicimos cómplices y después, consciente o inconscientemente, decidió ser mi médico.

A Castañeda le atraía mucho mi problema, siempre trataba de ayudarme a recobrar el habla, tal fue así, que una vez moldeamos una voz con los restos de frases de editores mexicanos, las notas de un vocalista de grupo indie y los caracteres encontrados en un libro de historia china. El resultado fue atroz, la voz era terrorífica, parecía sonidos amorfos sin ritmo ni melodía.

Meses después de haber meditado por muchas noches Alfredo encontró la cura para mi silencio. La medicina se contenía en una pregunta, la cual pronunció después de que hubiéramos bebido durante horas y llorado por algunos minutos "¿Y por qué no hablas?". Quedé en shock al escucharlo, me parecía tan certera su pregunta, así que decidí hacer mi mayor esfuerzo, hiperventile por segundos y casi ahogándome en contestar le dije: "Por miedo".

Después complemento la sanación al escribir un poema que me regresó las ganas de hablar, escribir, andar.

1 comentarios:

Miriposa! | 4 de enero de 2009, 20:59

Qué manera más hermosa de describirme cómo regresaste al blog. Me gusta mucho leerte, tus ideas me atrapan.
:)